escribir, se volvió un hábito.

Llega un determinado día en el que nos ponemos a pensar que es nuestra vida, quienes somos y para que estamos acá. Ese día llega, no importa la edad o el momento, solo llega. Llega y nos preguntamos por qué no lo hicimos antes.
Las respuestas están en nuestros ojos, ante nosotros. Cada uno sabe estas en lo más profundo de su vida. Pero está el momento también en el cual nos decimos, somos felices realmente? Y muchas veces eso frustra porque nos damos cuenta de que toda nuestra vida no lo fuimos y que esta se está pasando más rápido de lo que imaginamos.
De jóvenes todos tenemos metas, ya sea recibirnos de abogados o formar una familia, pero ninguna meta formada ser felices. Porque la felicidad no se estudia en ningún colegio ni en ninguna facultad, es un derecho que tenemos todos en cualquier situación y que está en uno mismo. No somos quienes para juzgar a una persona, ni decir si es buena o mala, porque no hay reglamentos ni leyes que lo digan. Somos seres que nos equivocamos, así fuese la peor  maldad de todas, siempre hay tiempo para cambiar y enfocarnos en ser cada día mejor.
Por eso no hay que tenerle miedo a los cambios, porque ¿qué son los cambios que tanto temor dan? Son circunstancias en la vida que nos sirven para desarrollarnos como personas por un objetivo en común, la felicidad. Son situaciones que queramos o no ocurren en nuestra vida. Porque al tiempo no le importa si hiciste o no lo que realmente deseabas, el tiempo pasa y queda en uno los recuerdos. Los cambios considero que son para bien, en cualquier momento ocurren y uno tiene que mirarlos con alegría porque no están para mal, todo lo contrario están para nuestro propio bien aunque cueste entenderlo. Cambiar de aire, cambiar internamente, cambiar ámbitos y costumbres, es lo que hace que no se vuelva todo rutinario, lo que hace que no estemos en decadencia que no sintamos que esa estrella que brillaba poco a poco se apaga. Ya sea con una sola palabra, pero cambiar por nuestro bien y el de los demás.
No decir, yo soy como soy si te gusta bien y si no también, no voy a cambiar. Porque automáticamente estamos cerrando una puerta, es verdad somos como somos pero podemos mejorar por nosotros, y ahí va a todo mejorar, hacer un cambio interno. Todas las críticas que nos puedan decir, ya sean de amigos o de gente que literalmente no nos interesa, muchas veces no son para mal, ojo no hay que dejarse llevar por lo que dicen, pero si escuchar. Y si es algo para que uno pueda tomar como consejo y mejorar, mirarlo como un aprendizaje y agradecerle porque en gran medida está haciendo que abramos los ojos y cambiemos.
No se puede vivir siempre con lo mismo, con los miedos, la angustia, porque no sería vivir sino morir en vida.
Muchos nos preguntamos seguramente cual es el fin por el cual estamos acá en muchas ocasiones más que nada en las cuales estamos más vulnerables. Y no encontramos respuesta, porque no la buscamos. Estamos acá para ser felices y cumplir nuestros sueños, para llenarnos de risas, llantos, charlas, besos y mucho mucho amor.  Está en nosotros vivir y disfrutar de las pequeñas y sencillas cosas que se nos presentan, desde una caricia hasta una salida.
Y cuando uno disfruta, por más que el momento haya pasado no importa, tiene esa alegría de decir, sí lo disfrute y la pase genial. Y que a pesar de los resultados que puedan llegar a tener ese día, lo disfrutamos como si fuese el último segundo de nuestras vidas. Por ahí ese es bueno y podemos vivir muchísimos más, y si no lo es, tenemos la satisfacción de haberlo vivido por lo menos.  Por esa misma razón,  animemos nos al cambio y a vivir la vida de la forma en que queremos.  
Porque sabías ¿qué? Las personas más felices no siempre son las que tienen todo, sino son las que con todo lo que tienen hacen que sea lo mejor y se arriesgan a vivir.

by:cami.

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