Caerse es aprender y aprender es avanzar.

A veces siento que la gente no quiere ver, no quiere abrir los ojos y darse cuenta de lo que pasa. Vive en una burbuja, evitando todo tipo de problemas. Se muda de un lado a otro, tratando de que esos problemas se queden en aquél lugar sin darse cuenta que los problemas nos abruman a donde vayamos que todo está en uno. Ese cambio está en uno...
Me da tanta impotencia el egoísmo de la gente, la falta de felicidad propia que tienen que se andan preocupando por lastimar a la otra persona que estuvo siempre a su lado. O la falta de agradecimiento, que sólo aparecen cuando están mal o necesitan algo de vos. Ya sea un consejo, o lo que fuese y uno por supuesto está disponible para ayudar, hablará de mi persona quizás. Pero llaga cierto punto que cansa y uno quiere mandar al otro lado del mundo todo, realmente. Da también impotencia, que intenten hacerte el mal, aunque considero que esas son las personas infelices, que no pueden permitirse ver felices a otros seres. Y realmente es triste que una persona se sienta así, cuando tendría que ser todo lo contrario, intentar hacer felices a los demás y a uno mismo. 
Se que en algún momento  la codicia se va a terminar, lejano seguramente pero se terminará. La codicia es lo que produce las guerras y el hambre en el mundo, la estupidez del hombre en creer que lo material es lo que vale.  La simple estupidez junto con la codicia y el odio es lo que está generando destrucción, destrucción de nuestro alrededor y de nosotros mismos.
Considero que el cambio empieza en uno mismo, y que la oportunidad de cambiar estos factores existentes inherentes en nuestra vida pero que al fin y al cabo se manifiesta en el mundo, es hoy. La oportunidad de cambiar las cosas que nos afectan en uno, es ahora. El cambio empieza en uno, yo creo que si todos aceptaríamos eso y realmente transformáramos en nosotros estos aspectos, el mundo no seria así, habría paz y no habría desigualdades, tanto sociales como económicas, no habría hambre, no habría problemas de inseguridad, simplemente paz. Gente viviendo con su alrededor, sin la necesidad de sacarle al otro absolutamente nada más que una sonrisa. Confío en ustedes que están leyendo, confío en él, confío en mí y en que en algún momento va haber paz completamente en cada ser humano y así en el mundo.
Considero que caerse es aprender y aprender es avanzar. Es inevitable que las cosas pasen, que los aprendizajes sucedan. Porque si no habría un momento de tristeza, no valoraríamos los momentos de alegría. Si no habría traición no valoraríamos la lealtad.
Quizás el ser humano tiene como tendencia eso, complicarse la vida con simples cosas. Pero son simples cosas por superar, todo pasa gente. El dolor no es para siempre, nunca. Por más que vengan terribles cosas va terribles a nuestro criterio, todo pasa. Nunca una tormenta duró para siempre, siempre el sol salió. No nos compliquemos, no nos quedemos, mejoremos constantemente ya sea personalmente, interiormente o en lo laborar, arriesguemosnos. Y no esperemos un final feliz, como el de las películas con un gran amor como Romeo y Julieta, el final feliz es el ahora, es el disfrutar y seguir. Es a pesar de que una relación se termine, el final feliz es poder continuar, es recoger esos pedazos de nosotros y volver a empezar. Quizá eso es el final feliz, simplemente continuar. Y no es un final, sino un comienzo.
Más que nada en la adolescencia cuando creemos que todo es lo más trágico y nadie está peor que nosotros, un grave error. No nos damos cuenta que todo esto es el comienzo, el comienzo de nuestra madurez y de nuestra vida. Siempre todo es volver a empezar, desde que nos levantamos para empezar nuestro día, estamos volviendo a empezar y eso es lo maravilloso, tener la posibilidad de que aunque el día anterior no haya sido como queríamos, este puede ser mejor, la posibilidad de empezar de nuevo. Y así sucesivamente, podemos hacer que todos los días sea  un poco mejor de lo que fue el día de ayer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario