Eras un rompecabezas, eras puro rock and roll.
Aunque a veces digo basta en las noches de subasta me la juego hasta ganar. Siempre cinco para el peso; siempre abrazo, nunca un beso, y ahora ni torta ni pan. Ni este amor que nunca vio la luz....
Sólo me quedan recuerdos de ese sueño momentáneo, viejos tiempos de adicción. A planteos poco cuerdos al placer del desengaño, a la dulce confusión.
Me pensaba que era el ciego, me pensaba que era el pueblo que era el tuerto y que era el rey. De este amor que nunca vio la luz.
Me pensaba que era el ciego, me pensaba que era el pueblo que era el tuerto y que era el rey. De este amor que nunca vio la luz.
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